Llevando sobre sus hombros una cierta experiencia de trabajo asociado y en consonancia con una coyuntura histórica propicia al surgimiento y fortalecimiento de las agrupaciones sindicales, se funda el Sindicato de Empleados Públicos de la Provincia de Córdoba, el 19 de diciembre de 1950. El Poder Ejecutivo de la Provincia, vistos los esfuerzos de los trabajadores por organizar su sindicato lo declara constituido y aprueba sus estatutos, por Decreto Nº 17234. La primera Comisión Directiva estaba presidida por Eusebio Quiroga como Secretario General y Abrahán Funes como Pro-Secretario, en 1951 se inicia con la campaña de afiliación teniendo alrededor de 4000 afiliados. Para 1952 el gremio se transformaba en la Seccional 612 de la Unión de Personal Civil de la Nación. Durante varios años el sindicato no logró alcanzar sus objetivos, al terminar el año 1955 era intervenido. En 1956 se llama a elecciones y asume como Secretario General Ernesto Gigena. Durante varios años el sindicato subsistió sin control contable ni financiero y sin un compromiso serio y orgánico en pos de los que debían ser sus objetivos prioritarios. En 1962 en oportunidad de una Asamblea informativa, se constituyo una Comisión Directiva de Reorganización del Sindicato, que adopto algunas medidas importantes como la determinación de saldos para la presentación del balance general, se reforman los estatutos sociales y se adecuan los mismos a la Ley de Asociaciones Profesionales y se gestiona la obtención de la personería gremial. El gremio se organiza y elige una Comisión Directiva Pluralista, que reunía a frondicistas, radicales del pueblo, demócratas cristianos y peronistas; siendo sus integrantes Raúl Ángel Ferreyra, Carlos Ocampo, y Carlos Medialdea. En 1963 el radicalismo llega al poder teniendo como Presidente a Arturo Illia y como gobernador de Córdoba a Justo Páez Molina, eran tiempos difíciles para los empleados públicos, pues, los puestos de trabajo eran "propiedad" de los partidos gobernantes. Los "decretos ómnibus" dejaban afuera de la administración pública a cientos de personas quienes no contaban con elementos para su defensa... A partir de la segunda mitad de la década de 1960 el sindicato comienza la etapa más fuerte e importante de su historia, determinando cambios importantes en su fisonomía interna y afianzando su imagen en el contexto de la sociedad cordobesa. Mientras el Sindicato de Empleados Públicos se abre camino en la sociedad mediterránea como órgano de representación de un número cada vez mayor de agentes estatales, se afianza en Córdoba una corriente sindical combativa, autónoma respecto de los modelos de poder sindical nacionales, que llega a constituir una nueva tradición sindical altamente impregnada de los principios de la "cultura de la resistencia" propia de esa época. Los líderes de ese nuevo gremialismo eran SMATA (mecánicos) y LUZ Y FUERZA (empleados de EPEC). En 1969 las medidas impopulares y centralistas tomadas por el Gobierno de Onganía ofrecieron la circunstancia coyuntural para que estallara un amplio y difundido movimiento de protesta, produciéndose lo que todos conocemos como el Cordobazo, se trato de un verdadero acto de rebelión que involucra a toda la comunidad local en diversa medida...El sindicato ya en ésta época contaba con alrededor de 7000 afiliados impulsados por el interés en un proyecto habitacional, este crecimiento le permite contar con nuevos recursos económicos y humanos y facilita su incorporación a la CGT... (...) El 7 de abril de 1970 se sanciona el Estatuto del Empleado Público, siendo firmado en Buenos Aires por el Presidente Juan Carlos Onganía; también se sanciona la primera Ley de obra social en Córdoba y en el país (IPROSA: Instituto Provincial de la Salud) (...) en 1973 vuelve la democracia al país...asumen como Gobernador y Vice -gobernador Ricardo Obregón Cano y Atilio López. En los años posteriores a 1973 se incremento en las filas del sindicato el número de jóvenes estudiantes universitarios que compartían su condición de tales con la de empleados de la administración pública. En plena consonancia con lo que ocurría en toda la sociedad argentina, muchos de ellos militaban activamente, no pocos adoptaban posturas radicalizadas y alguno formaba parte de grupos armados. Esta situación que no llamaba especialmente la atención en el seno de una organización democrática y pluralista como el SEP, se puso plenamente de manifiesto tras el golpe de estado de 1976, cuando numerosos activistas y militantes gremiales fueron detenidos en centros clandestinos, permaneciendo gran parte de ellos hasta el día de hoy en condición de desaparecidos. Con muchos de estos dirigentes desapareció un grupo de líderes con experiencia en la vida gremial y una preparación política e intelectual importante. Otros dirigentes fueron detenidos, interrogados y posteriormente liberados, como es el caso del propio Secretario General Raúl Ferreyra, Miguel Narváez, Tomas Ortellado, Mario Márchese, José Antonio Aizpurua, F. Prevotel, Toledo y Bustos. En la década de 1980 recuperada la democracia el país; tiene que recuperarse y volver a ponerse en marcha, mucho hay por organizar y mucho por reclamar. Su función es la de resguardar a través de leyes los requerimientos de los empleados públicos (obra social, salarios, etc)