Història administrativa / biogràfica:
Las décadas de los 80 y 90 quedaran registradas en la historia nacional como una época de terror, sufrimiento, tragedia, fanatismo político, incapacidad de los gobernantes pero también de gestos, compromisos y coraje de miles y miles de peruanos y peruanas. Es ese contexto que desde 1984 sectores evangélicos-protestantes se involucran directamente en la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas que sufrían los embates del terror. En enero de 1996 un pequeño grupo de seis profesionales decidió formar la Asociación Paz y Esperanza, dando continuidad a la labor pionera que realizo el CONEP.
Poco a poco, Paz y Esperanza edificó sobre la motivación, compromiso cristiano y larga experiencia de su personal, desarrollando programas de atención a personas encarceladas, victimas del conflicto armado, educación en derechos humanos, facilitando para que las iglesias se involucren mas en la atención de los pobres.
Actualmente Paz y Esperanza es reconocida como una de las entidades lideres en su campo de acción. Ha diversificado su temática para incluir una mayor variedad de actividades que apoyan su compromiso cristiano de ser “sal y luz” en la sociedad peruana. Paz y Esperanza tiene un impacto local, regional y nacional en Perú y cada vez adquiere un papel regional más importante en la zona andina de Sur América conforme capacita a otros basándose en su experiencia y sus habilidades y compromisos internos, sobre todo en derechos humanos, ciudadanía/ejercicio del poder; justicia y reconciliación; educación sexual cristiana; defensa de niños y niñas abusados; reformas legales y vigilancia del sistema judicial; defensa y promoción de los derechos de los pueblos indígenas. Todo esto sin dejar de promover la misión integral de la iglesia.